Suma, resta y multiplica

Gema Gallardo Sánchez 20 de enero de 2020


El otro día cuando trataba a una de mis pacientes, me di cuenta de la distancia que mantenía con su problema de salud. No lo comprendía, ni siquiera sabía que existía. Era una paciente joven y en principio, pensé que simplemente actuaba como si no pasase nada para no darle importancia, pero después de hacerle una serie de preguntas, ¿estás mejor?, ¿en qué lo notas?, ¿qué crees que te falta todavía?, me di cuenta de que ni siquiera había intentado entender que le pasaba y conocer cuál era la razón para que estuviese en una Unidad de Fisioterapia Hospitalaria. Otras personas habían decidido por ella resolver su problema de salud.

Pero su problema de salud no se resuelve de un modo pasivo. Requiere de su colaboración, de su participación activa y de su energía. Su problema no se soluciona con una píldora roja tomada cada ocho horas. Para ser resuelto necesita ser comprendido por ella.

Lo comparo con un problema matemático que solucionan dos personas: paciente y fisioterapeuta. Algunos problemas incluyen muchos datos y a otros, a veces, les falta información, con los pacientes adolescentes nos pasa lo segundo. Podemos utilizar varias formas para resolver un problema, por tanto, se necesitará elegir una estrategia o un plan de solución. El proceso de resolver un problema matemático comienza con el planteamiento de la situación y termina cuando las respuestas se han obtenido y examinado cuidadosamente. Para resolver un problema de salud o matemático, necesitamos comprenderlo, elaborar un plan o estrategia de solución, aplicarlo y obtener la solución. Después revisar el proceso para comprobar el método utilizado y comunicar el resultado.

Las estrategias para resolver los problemas matemáticos están fundamentadas científicamente. Las estrategias que utilizamos para resolver problemas de salud deben estarlo, pero debemos entender que si uno de los miembros del equipo no comprende el problema de salud, aunque la estrategia utilizada sea la correcta el problema no se resolverá.

Las Matemáticas y la Fisioterapia tienen más en común de lo que hubiera pensado nunca. Así que ya sabes, la próxima vez que trates de resolver un problema de salud, lo primero que debes es hacer es contar con el paciente y lo segundo, OPERA.