Actividad física y suelo pélvico

Claudia Pérez 10 de marzo de 2017


Publicamos en esta ocasión el trabajo presentado por Claudia Pérez Paz durante su estancia en el Hospital Universitario de Fuenlabrada. Como algún lector sabrá, en el Prácticum de 4º curso de Fisioterapia los profesores asociados y colaboradores solicitan de los estudiantes la lectura de una artículo científico y su presentación ante el resto de compañeros. Se trata de un ejercicio de lectura en lengua extranjera (normalmente en inglés), comprensión, análisis, crítica, resumen y exposición oral en un máximo de 10 minutos. Con ello se tratan de cubrir distintas competencias a adquirir por el estudiante.

Acompañamos la exposición en diapositivas de la explicación del contenido, elaborada por su autora. Esperamos que sea del interés de los lectores, fisioterapeutas, resto de profesionales o público en general.


RESUMEN DE LA PRESENTACIÓN DE LA REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA SOBRE ASOCIACIÓN ENTRE SUELO PÉLVICO Y ACTIVIDAD FÍSICA


A modo de introducción encontramos una definición básica de lo que es el suelo pélvico en el ser humano, y la función de sostén de los órganos pélvicos que tiene. Cuando esta estructura no cumple correctamente su función, ocurre lo que conocemos como trastornos del suelo pélvico; incontinencia urinaria (IU), incontinencia fecal (IF) y prolapso de órganos pélvicos (POP). Para que esto pase, existen una serie de factores de riesgo, algunos de los cuales son modificables, como por ejemplo la actividad física.

A la hora de observar esta asociación, nos encontramos con una escasez de estudios que en su mayoría son sobre IU, dejando de lado el resto de trastornos de suelo pélvico. Esto se debe a dos razones:

  1. Someter a sujetos a una vida de actividad física o a una vida sedentaria, puesto que son condiciones poco éticas dados los beneficios generales de la actividad física.

  2. La IU es el trastorno más común entre la población, y por ello, el más estudiado.


PREVALENCIA DE LA INCONTINENCIA URINARIA

La conclusión (un poco generalizada) que se puede obtener en esta revisión, nos muestra dos tendencias:

  • La prevalencia de IU aumenta en mujeres que han realizado deportes de impacto durante su juventud.

  • La prevalencia de IU disminuye en mujeres mayores que realizan actividad física de intensidad media o moderada.


Estos datos se modifican en base a unas variables que parecen influir en la prevalencia de la IU:

  • La edad a la que aparece el trastorno de suelo pélvico.

  • La intensidad de la actividad física.

  • La duración de la actividad física, es decir, cuánto tiempo se ha practicado a lo largo de la vida del sujeto en cuestión.


ACTIVIDAD FÍSICA

Está demostrado que la obesidad es otro factor de riesgo en el desarrollo de trastornos del suelo pélvico, por lo que la actividad física puede prevenir este suceso. Además hay un estudio que relaciona trastornos alimenticios con la posibilidad de padecer incontinencia urinaria en atletas.

Antiguamente, la mujer estaba al cargo del hogar y de los hijos, lo que suponía una actividad física de base. Hoy en día se ha introducido el concepto de vida sedentaria, que no se puede compensar con momentos puntuales de actividad física de alta intensidad (en contra de lo que la población cree, esto no aporta los beneficios de una vida activa). Por esto, es importante encontrar un equilibrio.

Para poder cuantificar estas asociaciones, los estudios que incluye esta revisión han utilizado dos métodos:

  • Actividad física: se ha medido mediante cuestionarios y con acelerómetro, siendo el primer método preferible por atender a características del sujeto que el segundo no incluye. Los cuestionarios miden el gasto metabólico que tiene una actividad física en una persona (MET).

  • Incontinencia urinaria: se mide mediante cuestionarios que evalúan la cantidad y frecuencia de las fugas de orina.


INCONTINENCIA URINARIA Y ACTIVIDAD FÍSICA

Para medir las fugas de orina, la mayoría de artículos incluidos en la revisión, emplean el Pad Test. Tras una hora sin haber orinado, el paciente ingiere 500cl de agua en un período máximo de 15 minutos. A la media hora, el paciente debe subir 1 piso de escaleras, levantarse y sentarse 10 veces seguidas, correr en el sitio durante 1 minuto, agacharse a coger un objeto del suelo 5 veces seguidas, y finalmente, lavarse las manos en agua fría corriente durante 1 minutos. Durante todo el test el paciente ha llevado una "compresa" en su ropa interior bajo el periné, que se pesará y comprobaremos cuál ha sido la fuga. En el estudio donde obtuve esta información y que incluyo en la presentación, resultó que la fuga era mayor en IU de urgencia que en IU de esfuerzo.

Se concluye que la cantidad de orina varía en función de la dosis y el tipo de actividad física, y la edad de la mujer (la mayoría de los estudios utilizan mujeres por la mayor prevalencia de la IU frente a los hombres).

Comparto una tabla con los estudios que ha incluido la revisión bibliográfica y que muestra los porcentajes de incontinencia urinaria en los grupos objeto de estudio frente a los grupos control, observando que siempre hay mayor prevalencia de IU en presencia de actividad física.

Me gustaría mencionar un estudio que ha llamado mi atención, y que presenta la hipótesis de que el desarrollo de IU en personas que han realizado ejercicio de impacto o alta intensidad durante su juventud, se debe a una mayor vulnerabilidad del organismo en esta etapa de cambio hormonal.


PROLAPSO DE ÓRGANOS PÉLVICOS Y ACTIVIDAD FÍSICA

No existen muchos estudios que nos ayuden a conocer mejor esta relación, pero los pocos que miden la influencia de la actividad física en este tipo de trastorno del suelo pélvico mediante el Sistema de Cuantificación del Prolapso de Órganos Pélvicos indican que hay una influencia negativa.


INCOTINENCIA FECAL Y ACTIVIDAD FÍSICA

Al igual que con el trastorno anterior, hacen falta aún muchos estudios, pero se observa una influencia negativa también, aunque en su mayoría son fugas de gases.


ACTIVIDAD FÍSICA Y EMBARAZO

Se sabe que existe una asociación entre haber parido y el desarrollo de trastornos de suelo pélvico. Lo que muestran los estudios, son las tres variables que influyen en una mayor o menor posibilidad de que esto pase cuando además se realiza actividad física:

  • Número de partos.

  • Intensidad de la actividad física.

  • Momento en que se realiza la actividad física: durante el embarazo o inmediatamente después del parto.


TRATAMIENTO DE LOS TRASTORNOS DEL SUELO PÉLVICO

Dado que existe tratamiento para los trastornos de suelo pélvico, surge la siguiente pregunta: ¿aumenta la capacidad de actividad física una vez se trata el trastorno?

La respuesta general es que no, pero porque los pacientes no quieren aumentar su actividad física.

Un estudio muestra una duplicación del gasto metabólico con actividad física en personas que fueron operadas de incontinencia urinaria tras un año de la intervención.

Otros estudios indican que no hay diferencias en el tratamiento de IU de esfuerzo ni en el tratamiento de POP, pero se realizaron poco tiempo después de la intervención.


ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DEL SUELO PÉLVICO EN ATLETAS

Por último, al estudiar los músculos del suelo pélvico de los atletas para compararlo con la gente que no hace deporte, se observa que el estado del músculo es mejor en atletas, pero la contracción máxima es semejante en ambos grupos de población (medido mediante perineómetro).

Concluimos que el ejercicio físico intenso no supone una mejor función del suelo pélvico.

Hace falta realizar muchos más estudios dado que el trastorno de suelo pélvico afecta a una gran parte de la población y prevenirlo supondría un aumento de la calidad de vida importante.