La especialización en Fisioterapia

Luis Bernal 1 de mayo de 2013


Que la especialización en Fisioterapia es algo necesario no podemos ni dudarlo. Los amplios campos de actuación de nuestra profesión así lo dictan: a las áreas más conocidas como son traumatología, fisioterapia deportiva, fisioterapia respiratoria o neurológica, se le unen (o más bien empiezan a ser más -re-conocidas) otras como fisioterapia cardíaca, pediátrica, reumatológica o vascular (incluyendo drenaje linfático); además de otras más discutidas: osteopatía, reflexoterapia, relajación u otras como la balneoterapia que han sido fuente constante de intrusismo profesional.

Dos cuestiones quiero enfrentar en esta entrada: la posición de las universidades a este respecto y, por otro, la de las empresas que han de contratarnos. Por un lado, las universidades parecen haber tomado el camino fácil, han abonado el campo de la educación con postgrados y cursos de experto que ya tenían en barbecho de años anteriores. Tan fácil ha sido el camino que sólo han tenido que subir tasas al tratarse de postgrados oficiales (con su diploma y todo), pero sin subir ni la calidad, ni el número de horas (por mucho que los documentos que nos den como alumnos así lo certifiquen) ni, por supuesto, variar los contenidos.

La especialización en fisioterapia y en cualquier otra carrera no debe comenzar una vez que se obtiene el título; aunque actualmente es la única forma de conseguirlo: hacer postgrados específicos y, si hay suerte, tener o encontrar un puesto de trabajo en el que te "encasilles" en ese tipo de labor. Y aun tratándose de una especialización real, no será una especialización oficial. Si los alumnos de la enseñanza obligatoria deben empezar desde edades tempranas (quizá demasiado) a decantarse por estudios "de ciencias" o "de letras", no es de recibo que un fisioterapeuta acabe su formación en grado con exactamente los mismos conocimientos en las mismas materias que todos sus compañeros de profesión.

El ejemplo paradigmático lo tenemos en la carrera de medicina: ¿Acaso preguntaríamos a un -por poner un ejemplo- ginecólogo sobre un problema ocular? ¿Podríamos exigir que todos los licenciados en Medicina tuvieran conocimientos profundos sobre todos los aparatos y sistemas del organismo? Es evidente que no. Siendo así, ¿Por qué se espera de un fisioterapeuta que conozca todas las áreas de tratamiento y estudio fisioterápico en profundidad? Y dejo claro que no estoy hablando de técnicas de tratamiento (léase vendaje neuromuscular o INN), sino de auténticas y extensas áreas de conocimiento. A pesar de la juventud de la carrera de Fisioterapia, existen otras todavía más jóvenes, como la licenciatura/ingeniería/grado en Informática (que por todas estas acepciones ha pasado) y que en sus comienzos, la ingeniería técnica ya se dividía en dos ramas desde el principio: ingeniería de gestión e ingeniería de sistemas.

El BOE del 22 de Noviembre de 2003 faculta la posibilidad de establecer especialidades para los profesionales de Ciencias de la Salud, incluidos obviamente los fisioterapeutas. Pero las Universidades, como indicaba anteriormente han tomado el camino fácil y tanto públicas como privadas se han apuntado a unas tasas abusivas para los conocimientos impartidos en la mayoría de los casos, y en forma de postgrados y cursos de experto administran con cuentagotas lo que ellos denominan especialización.

Ahora bien, el mundo educativo y el laboral pocas veces se dan la mano y, en el caso que tratamos, no es una excepción. Existen centros de fisioterapia con tratamientos especializados en pediatría, en neurología, centros de balneoterapia y spa; pero la mayoría de los centros de fisioterapia que existen (ojo, sin hacer ningún tipo de estudio, sólo observando la realidad cercana que me rodea) son centros de tratamientos genéricos. Por supuesto nada en contra de ello; en la situación económica actual es difícil abrir un negocio, cuánto más si especializamos ese negocio limitando los potenciales usuarios que puedan acceder a él (sería un suicidio laboral).

Escudriñando las ofertas de empleo para fisioterapeutas (sí, parece que existen y se publican en internet), en apenas 1 de cada 5 casos se exige algún tipo de "especialización": fisioterapeuta deportivo, fisioterapeuta con Pilates; confundiéndose aquí la especialización real en un área de conocimiento, con la aplicación de técnicas individuales. Puede ser que al no existir especialización real en el mundo formativo, las empresas contratantes tampoco lo demandan, o quizá al no demandarse desde el mundo laboral, no se haga efectiva su implantación en las Universidades. Es la pescadilla que se muerde la cola y el círculo del que parece que no vamos a salir.

¿Nos debe preocupar esta situación? Bueno, son muchas las carreras que no cuentan con ningún tipo de especialización antes de finalizar los estudios oficiales, pero dado que en España la carrera de Fisioterapia era una diplomatura de 3 años de duración, y tras la implantación de Bolonia ha pasado a ser un grado de 4 años, se podría muy bien haber utilizado ese aumento lectivo no en estirar las mismas materias un 33% hasta llegar al grado, sino en implantar una verdadera especialización en fisioterapia, que por áreas de conocimiento y contenidos estaría más que justificada.


Referencias