Futuro

fisioEducación 12 de junio de 2018


El pasado 8 de junio se celebró la II Jornada Nacional de Fisioterapia del Hospital Universitario de Móstoles. La anterior fue en 2011 y los miembros de Fisioeducación tenemos un grato recuerdo de entonces, cuando Gema Gallardo Sánchez presentó una ponencia sobre la validez de las pruebas diagnósticas de hombro. Eran otros tiempos, cuando éramos mucho menos activos en las redes sociales. Quien nos conoce sabe que somos defensores de las redes para comunicarnos de forma dinámica sobre aspectos relacionados con nuestra profesión. En esta ocasión, fuimos atentos espectadores de nuestros compañeros y de nuestra actualidad. Por supuesto, encantados de reencontrarnos con amigos, colegas y compartir además un café y unas risas. Alejados de la organización, pero conocedores de los pormenores que supone idear, proponer y gestionar un evento de estas características, no podemos sino estar agradecidos por el esfuerzo de todos los colegas de Móstoles.

La jornada se pudo seguir en Twitter con la etiqueta #IIFisioJornadasMóstoles. Y allí dejaron su impronta conocidos de otros eventos en los que fuimos partícipes como Sergio Lerma, que inició la jornada con una conferencia inaugural, Roberto Cano o Noa Lola Martiáñez. Nos proponemos y proponemos al lector algunas reflexiones sobre lo que se dijo.

Lo primero que nos gustaría destacar es que se habló sobre futuro. Se hizo hincapié en dos aspectos importantes. Uno, la incorporación de la de la tecnología como terapia para nuestros pacientes y dos, la integración del fisioterapeuta en los equipos multidisciplinares en las distintas unidades de instituciones sanitarias. De la tecnología, nos quedó bastante claro que podemos empezar a utilizar de una forma inmediata muchas de las aplicaciones móviles que están en el mercado. Son baratas y accesibles, pueden salir del entorno clínico y pueden ser sometidas a investigación. Tener resultados del uso de las mismas nos será muy útil para poder mejorarlas y permitirnos trabajar con sus diseñadores. De los equipos podemos destacar que ya hay en marcha unidades donde el fisioterapeuta está integrado como un miembro más de los mismos, solo tenemos que visitar estas unidades y aprender de sus proyectos y, sobre todo, de sus resultados. Los resultados deben ser expuestos y tener especial importancia si queremos que estas unidades sean reproducibles. De ambas cosas se pusieron varios ejemplos, pero destacaremos la aplicación móvil realizada por el equipo de Roberto Cano de la Cuerda por ser gratuita y hecha por fisioterapeutas, Neurorehapp, y las unidades de fibrosis quística, de ortogeriatría y de parálisis facial del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.

No podemos olvidarnos, cuando hablamos de futuro, de nuestra proyección y de cómo podemos trabajar e incorporarnos en áreas donde creemos que la presencia de la Fisioterapia es necesaria, pero sigue siendo una novedad, por ejemplo, las unidades del dolor o unidades oncológicas.

La tercera y última mesa de la jornada se dedicó a la docencia. La participación del fisioterapeuta en la historia clínica y la formación en su elaboración durante el Grado fue abordado como una obligación y un derecho, pero que, paradójicamente, no se ve como tal en muchas instituciones públicas y privadas. Por otro lado, la formación debe ser no sólo técnica y de conocimientos sino también en valores propios de la profesión. Finalmente, hubo alusiones a una parte esencial del proceso formativo, la evaluación, exponiendo instrumentos como las rúbricas y maneras como la evaluación clínica objetiva estructurada (ECOE).

Terminamos la mañana tarde, pero con muchas ideas y conversaciones en la cabeza, que al fin y al cabo es también para lo que han de servir estos encuentros. Los gestores deben reconocerlo, estar al tanto de lo que se cuece en las distintas disciplinas, porque definitivamente esto contribuye a una mejor calidad de los cuidados que prestamos a nuestros usuarios.