Actitud crítica, base de nuestro desarrollo
La actitud en constructo psicológico inobservable que incluye una valoración de aquello sobre lo que tenemos la actitud, el "objeto de actitud". Al no ser observable las actitudes hacia algo o alguien se infieren de la respuesta que nos provoca. Esa respuesta puede ser cognitiva, emocional o conductual.
Si hablamos de actitud crítica nos referimos a aquella que nos lleva a analizar al "objeto de crítica" de una forma consciente, más allá de lo superficial o inmediatamente accesible y de lo supuesto o dogmático. Con esta actitud pretendemos llegar a un juicio razonado, analítico, imparcial, en un intento de acercarnos a la verdad.
Los que pretenden una actitud crítica, por tanto, habrán de tener un conjunto de pensamientos y creencias (cogniciones), emociones y comportamientos que les lleven a no aceptar supuestas verdades, cuestionarse sus conocimientos y los ajenos, someter al juicio los mismos, todo en un intento de alcanzar un conocimiento objetivo de los hechos, aceptable por una colectividad que se base en los mismos criterios.
Si nos atenemos a esos presupuestos la actitud crítica es deseable como elemento guía en una disciplina científica. Cierto que sería más cómodo la aceptación de dogmas, creencias o posturas incuestionadas. Pero esto supondría el estancamiento o freno para el avance hacia nuevos conocimientos o la remoción de los establecidos. Una actitud crítica implica inquietud, debate, controversia o polémica. Sin embargo, creemos que es necesaria, imprescindible para progresar, crecer, desarrollarse. Supone una vacuna contra las verdades establecidas o el conocimiento replicativo. Es una defensa ante cualquier intento de instruir, influir o inculcar opiniones o conocimientos de forma interesada o sesgada.
